Fundamentos:
Honorable Legislatura:
Se somete a consideración de Vuestra Honorabilidad el proyecto de Ley
Impositiva para el año 2.015 que se adjunta para su sanción.
Marco General.
Las discusiones acerca de la distribución de la renta federal invaden
recurrentemente los ámbitos políticos y académicos desde la prehistoria de nuestra
Nación pero, no sin sufrimiento, nuestro país maduró la convicción de que el
federalismo es la forma de resolver decisiones políticas y económicas hacia objetivos
comunes, respetando las idiosincrasias de las diferentes regiones que conforman un
territorio tan amplio y diverso como el de nuestro país.
En pos de estos intereses nacionales de integración e igualdad de
oportunidades en todo el territorio nacional, las provincias asumieron, desde hace
décadas, confiar ciertas potestades tributarias propias para ser ejercidas por el
gobierno nacional, rubricadas en leyes convenio con rango constitucional y en las que
desde sus orígenes nuestra Provincia, la de mayor representatividad en el país, aceptó
solidarizar el potencial de gran parte de su recaudación. Así, la necesidad de atender
las disparidades regionales del federalismo argentino, y su particular capacidad
productiva, situaron a la provincia de Buenos Aires, desde siempre, como “aportante”
en los esquemas de redistribución de la renta federal.
Más de diez años de crecimiento con inclusión social lograron las bases para
que la Provincia aprovechara las oportunidades de un modelo que, desde sus inicios,
estuvo concebido en pos del trabajo y posibilitando la participación en la producción de
una gran parte de la población que había sido excluida durante décadas.
Sin duda que este direccionamiento político no solo benefició profundamente a
nuestra Provincia, al ser la de mayor participación en la producción del país, sino que
también redobló la necesidad de su aporte a tan profunda transformación.
Es innegable la necesidad de una discusión del reparto de la renta federal en
un nuevo modelo de Estado, en el que el fortalecimiento de la inversión social llama a
replantear la intervención de las jurisdicciones responsables de su ejecución para
permitir decisiones acordes a estas demandas especificas. Sin duda hemos ya iniciado
ese camino a través de un importante incremento de la participación de los municipios
en la distribución de los ingresos, acercando el Estado al ciudadano en los servicios
localizados.
La Provincia llevó adelante la enorme responsabilidad de encauzar todo el
potencial presente de nuestros valiosos recursos hacia una realidad de mayor
inclusión social soñada por muchos, que solo puede lograse mediante el consenso de
una amplia diversidad de intereses. Pero esta solidaridad vertical en ambos sentidos,
no habría sido posible si todas las fuerzas involucradas no hubiesen entendido que el
esfuerzo está siendo repartido en su justa medida.
En efecto, esta Legislatura concentró todo su esfuerzo político en defensa y
cuidado de los intereses de sus representados, enfrentando el intercambio de fuerzas
y opiniones en un claro ejemplo de ejercicio de democracia plena y comprometida,
asegurando la cohesión necesaria para las mayores contribuciones requeridas en
atender esta nueva realidad que hoy es para todos.
En todos estos años de encuentros y discusiones esta Honorable Legislatura
forjó y acompañó sucesivas medidas que lograron transformar la realidad de los
bonaerenses, guiada por la convicción de que la Provincia motorizadora de nuestra
Nación debía conformar el ejemplo de un Estado presente y progresivo también desde
lo tributario, donde el incremento de la presión fiscal se posó sobre los contribuyentes
con mayor capacidad contributiva.
En todos estos años de encuentros y discusiones esta Honorable Legislatura
forjó y acompañó sus sucesivas medidas que lograron transformar la realidad de los
bonaerenses, guiada por la convicción de que la Provincia motorizadora de nuestra
Nación debía conformar el ejemplo de un Estado presente y progresivo también desde
lo tributario, donde el incremento.
Desde el inicio reconocimos el rol de la administración tributaria en este
proceso, pues se encarga de los aspectos vinculados con la gestión concreta de las
relaciones tributarias entre el Fisco y los contribuyentes, esto es, el ingreso del pago
de los impuestos a las arcas del Estado, sin los cuales ninguno de todos estos logros
habría podido existir. Una solvente administración tributaria resulta el reaseguro de las
intenciones plasmadas en la legislación, pues la evasión fiscal genera distorsiones e
inequidades en la aplicación del diseño impositivo que alejan la realidad, de la política
tributaria planteada por el legislador. De esta manera, la decisión estratégica de
jerarquizar a la administración tributaria a través de la creación de ARBA, contribuyó a
un aumento en el cumplimiento tributario a través de las tareas de fiscalización y
cobranzas, a la vez que garantizó el ingreso oportuno de los recursos fiscales y
propició la exteriorización de bases imponibles ocultas a través de los regímenes de
recaudación.
Sobre esta base, los bonaerenses llevamos adelante una política tributaria
sobre el crecimiento y para el crecimiento de este modelo productivo de inclusión, que
permite no sólo una suficiencia cuantitativa con el aporte de más de 60% de los
recursos tributarios, sino también una sustentabilidad cualitativa en la medida que se
articuló sobre cuatro pilares que hoy conforman el basamento de una sociedad justa y
solidaria. Así, los recursos se obtienen del aporte creciente y diferenciado de los
grandes contribuyentes de sectores económicos concentados, protegiendo y
fomentando a las PyMEs y al empleo; con clara diferenciación en el tratamiento de las
manifestaciones patrimoniales según su uso productivo; contemplando la verdadera
exteriorización de las capacidades contributivas a través de la valorización correcta de
los bienes sujetos a imposición; y finalmente, con un tratamiento progresivo e
igualitario de la riqueza bonaerense identificada en los propietarios respectivos en su
medida correcta.
Como ya se mencionara, nada de esto podría haberse logrado sin una agencia
de recaudación de excelencia, pues el perfeccionamiento de la imposición sobre la
riqueza contemplada a los valores reales de mercado, como así también global en
cuanto a identificar tales manifestaciones de riqueza en cabeza de los contribuyentes,
resulta, no sólo un insumo fundamental a la hora del diseño de la política tributaria,
sino a la vez una garantía irrenunciable para una verdadera equidad contributiva.
El modelo productivo y el aporte desde los sectores concentrados.
Respecto del aporte sectorial, las actividades manufactureras y agropecuarias
recuperaron sus volúmenes de producción y se expandieron a una velocidad sin
precedentes como resultado de este modelo de protección competitiva vigente desde
2.003. Así, hacia el año 2.008 resultaban obsoletas las exenciones que la devaluación
fiscal de los noventa había instituido como mecanismo, aunque ineficaz, de preservar
la competitividad. En este sentido, desde nuestro primer año de gestión se
suspendieron los beneficios de los que gozaban los grandes productores del agro y la
industria manufacturera, manteniendo el tratamiento preferencial a los pequeños
contribuyentes de la Provincia de Buenos Aires para todas las actividades
económicas. Pero a su vez, se generaron condiciones de estímulo para los
emprendimientos económicos localizados dentro del territorio de la Provincia, a través
de los beneficios de la Ley 13.656 de Promoción Industrial con exenciones impositivas
por hasta diez años.
Desde entonces, y hasta la actualidad existen tratamientos diferenciales en el
impuesto sobre los Ingreso Brutos (IIB) en beneficio de las PyMEs y el empleo que hoy
se ve reflejado en las menor