Fundamentos:
Cuando los argentinos recorramos la ruta nacional 3, a partir de Carmen de Patagones
hasta el Estrecho de Magallanes, pasemos por territorio chileno y luego volvamos a la ruta 3,
'
hasta Ushuaia, no nos olvidemos de Luis Piedrabuena, él en el Atlántico y el "Perito" Francisco
Pascasio Moreno en la cordillera hicieron posible que nuestro país y la Patagonia fuera lo que es,
una extensa región del país, que con sus riquezas agrandaron a la Nación.
Luis Piedrabuena es un personaje de la talla de Manuel Belgrano, Martín de Güemes o del
mismo José de San Martín aunque claro del sur del país. Fue su abnegación, su altruismo lo que
le permitió el reconocimiento de varios países del mundo de los cuales además recibió
condecoraciones. El mismo Chile cuando se las vio complicada en las aguas australes, acudió a
su coraje y a su intrepidez. Navegante eximio, "Ingeniero" naval, capitán reconocido, amigo de los
tehuelches, comerciante honesto, esposo y padre de familia de 5 hijos, aunque uno de ellos murió
tempranamente, el "pequeño" Luis.
Merece hoy un homenaje especial, el de ciudadano ilustre de la provincia de Buenos
Aires. Tal vez sea algo tardío, pero si justo, por los tiempos en que vivimos. En su época se chocó
con las inclemencias del clima, con las dificultades de comunicación, con los Intereses del
gobierno chileno, o peor todavía tuvo que sufrir también los enemigos internos. Digo justo porque esas luchas internas las soportó silenciosamente y humildemente, las
enfrentó con sus virtudes íntimas, virtudes que caracteriza a la buena gente y a buen patriota. La
decencia de Piedrabuena es hoy un prototipo difícil de encontrar, un verdadero modelo para
emular. El título de "Ilustre" con que se pretende resaltar en este proyecta, es lo apropiado que
necesitamos los bonaerenses en este momento de la patria. Contagiarnos de su humildad, coraje
y entrega.
Pasaron ya 189 años de su nacimiento (24 de agosto de 1833) en Carmen de Patagones,
localidad patagónica y bonaerense, y 139 de su muerte (10 de agosto de 1883).
Se escribió bastante sobre él y sus gestas. Los historiadores Canclin y Entralgas dan una
cabal y exhaustiva descripción de su vida. Las revistas como Argentina Austral, Tiempos
Patagónicos y otras publicaciones "ad hoc" de la Armada Argentina complementaron la
personalidad del marino "maragato" con mayor profundidad exhibiendo también fotos,
documentación original e Ilustraciones de la época.
La cancillería de la República do Chile en su documentación secreta, lo recuerda como un
adversario fastidioso y tenaz en las reivindicaciones territoriales patagónicas, el diputado Frías lo
nombró más de una vez en sus discursos en las sesiones del Congreso de la Nación.
En varios libros que hablan de la Patagonia es nombrado como referencia o como
protagonista da alguna ayuda humanitaria o de soberanía. El conocido lugar de cruce obligado de
principios del siglo XX, "Paso Ibañez al norte del Río Santa Cruz se convirtió en la localidad de
Pledrabuena, un tributo al marino pero también una consideración para lbañez, el que fue
segundo del mismo marino en la Isla Pavón.
En toda la región y en la misma ciudad de Buenos Aires hay calles, escuelas, museos,
Instituto o Centro de Estudios que. llevan el nombre de Pledrabuena. El gran público lo conoce
poco, es hora que se lo conozca pero sobre todo que se reconozca más por lo anteriormente
dicho. Nació en la provincia de Buenos Aires y será un honor tenerlo como un ilustre bonaerense..
Para que se comprenda con más facilidad lo señalado, se hará un repaso de su biografía
acudiendo a varios extractos de documentación histórica y bibliográfica.
Nació el 24 de agosto de 1833 en Carmen de Patagones.
Como marino y desde su· infancia el mar ejerció un gran Influjo sobre él, a tal punto que
siendo niño de 7 años fue hallado por un capitán mercante llamado Lemón, a veinte millas de la
costa tripulando una débil balsa que había construido. El capitán Lemón lo llevó a Patagones,
obtuvo el permiso de sus padres y embarcó a Piedrabuena como grumete de su barco que zarpó
. .
hacia los Estados Unidos.
Piedrabuena en julio de 1848 (15 años), cumpliendo el itinerario de un viaje, arribó a las
Islas Malvinas para cargar víveres frescos y luego continuar la travesía hacia el Cabo de Hornos, llegando hasta las puertas del continente antártico con el objeto de cazar ballenas, regresando
luego a Carmen de Patagones
En 1849 (16 años), Pledrabuena realizó un viaje de Montevideo hasta Tierra del Fuego,
como segundo oficial, para aprovisionar a los misioneros Ingleses. Se hallaban a fines de ese año
en la Isla de los Estados cuando la marea trajo a la playa los restos de un barco; el joven oficial
salió mar afuera y regresó con catorce náufragos rescatados de una muerte segura. Esa iba a ser
f
una de las principales características del marino que fue Pledrabuena.
En 1850 es primer oficial de la goleta "Zerabia". Carga ganado lanar y vacuno para las
Islas Malvinas. Sobrevive a las tormentas y los peligros y llega hasta la Antártida.
En 1854, Pledrabuena otra vez en los mares presta auxilio a náufragos que estaban a
merced del temporal; pocos meses después, a bordo de la goleta "Manuelita", que le había cedido
Smiley, rescata de la muerte en Punta Ninfas a la tripulación de la barca ballenera estadounidense
"Dolphin".
En 1860 concreta su máxima ambición, contar con su propio buque; le compra a su viejo
maestro y amigo Smiley la goleta "Nancy", que procede a armar para defender el territorio y las
costas del sur patagónico, en tanto continúa salvando vidas.
Recordando su tarea de "Ingeniero" Naval. Como constructor naval en el mes de marzo
de 1873 cuando viaja con la goleta "Espora" a la Isla de los Estados lo sorprende un terrible
temporal que abate la nave contra las rocas, produciéndose la pérdida de la misma. Con los
restos de esta nave y luego de una ardua tarea que le Insumió 27 días de trabajo construye un
pequeño cúter al que llamó "Luisito" y con el que navegó hacia Punta Arenas. Desde este punto
volvieron a la Isla de los Estados salvando en esa oportunidad a los náufragos del buque "Eagle" y
del "Dr. Hanson".
Su reconocida ayuda humanitaria se traduce en salvar tripulaciones de naufragios y
otros desastres. Sus hazañas humanitarias fueron las siguientes: en 1849 (tenía entonces 26
años) salvó en la Isla de los Estados a 25 náufragos de una fragata alemana. El mismo año buscó
a los misioneros ingleses de la isla Navarino, a los que encontró muertos, dándoles cristiana
sepultura. En 1857 rescató a 42 náufragos de una ballenera norteamericana, cerca de bahía
Nueva. En 1872 se prestó a viajar expresamente para buscar a tripulantes de una goleta Inglesa,
en la bahía Fortescue, los que ya habían sido asesinados por los Indios; en esa oportunidad el
pallebot que Pledrabuena comandaba varó y debió regresar a Punta Arenas en bote. Al año
siguiente salvó con el célebre cúter "Luisito" a 6 náufragos de un pailebot inglés perdido en la isla
de los Estados. En 1874 salva en Tierra del Fuego a 21 náufragos de un bergantín alemán. En
1877 salva a 22 tripulantes -entre ellos una mujer-de un buque Inglés, entre las Malvinas y la
costa patagónica. En 1878 salva a 20 náufragos de una barca noruega: pero esta nueva hazaña Pledrabuena ya la ha olvidado y la omite en su relación. En 1882, pocos meses antes de escribir
esta formidable memoria, había salvado 11 náufragos de una barca inglesa en la Isla de los
Estados. En total, 146 vidas humanas, por lo menos, rescatadas a las furias de los mares
australes.
En cuanto a sus reconocimientos, el gobierno alemán premió el acto de arrojo y envió a
Piedrabuena un magnífico anteojo-telescopio contenido en un estuche cuya plaqueta de plata
rezaba: "Nosotros, Guillermo, por la Gracia de Dios Emperador de Alemania y Rey de Prusia:
Consideramos esta caja como recuerdo de gratitud al capitán D. Luis Piedrabuena, del buque
argentino "Luisito", por los servicios prestados en el salvamento de la tripulación del Dr. Hanson
naufragado en octubre de 1874".
El Gobierno Nacional teniendo en cuenta los méritos de Pledrabuena que tanto hace por
defender la soberanía argentina en la Patagonia, le entrega el 2 de diciembre de 1864 los
despachos de "Capitán honorario sin sueldo".
Entre los varios pequeños actos de soberanía se recuerdan, que a partir del 1850
navega toda la zona de los canales fueguinos, conoce a los indios de aquellas latitudes y en lonas
blancas marineras pinta los colores nacionales y les obsequia una bandera argentina, tratando de
inculcarles el sentido de la patria.
En 1859 remonta el ro Santa Cruz y llega a una de sus más dilatadas Islas a la que
denomina "Pavón", la cual le es cedida por el gobierno y en el a Instala un reducto al que
concurren los Indios del lugar.
Construyó en 1862 en la Isla de los· Estados, un pequeño refugio al cuidado de los
hombres de su tripulación y alza en él la bandera nacional.
En uno de sus largos viajes arriba a la Bahía de San Gregario en 1863 y traba amistad con
el cacique Biguá, presentándolo a las autoridades nacionales que lo designan Cacique de San
Gregario.
En otro de sus viajes que llega hasta el Cabo de Hornos y graba en la mole del Cabo:
"Aquí termina el dominio de la República Argentina".
En 1877 adquirió la goleta "Santa Cruz" y realizó la travesía tocando Chubut, Deseado y
Santa Cruz, llevando a su bordo al sabio explorador el perito Francisco P. Moreno.
Piedrabuena cuidó y recorrió la Isla de los Estados, Antártida, Río Santa Cruz, Tierra del
Fuego, Angosturas del Magallanes, Punta Arenas, Cabo de Hornos, son jalones también de sus
proezas náuticas.
Piedrabuena falleció en Buenos Aires un 10 de agosto de 1883, fue un marino argentino,
bonaerense, sencillo, trabajador y honrado.
En estos tiempos de grieta la figura de Piedrabuena es oportuna, fue una persona que
antepuso los Intereses del país frente a los propios. No le Importó las mezquindades partidarias
sino más vale distinto, promovió las virtudes y las necesidades del país y del prójimo. Al lado suyo
estuvo Julia Dufour una mujer de valor, con la fortaleza de criar a sus hijos en la lejana Patagonia,
no solo en la Isla de Pavón sino en la extranjera ciudad de Punta Arenas. Solitaria con sus hijos
fue un ejemplo de vida de familia, además tuvo el coraje de enfrentar los hostigamientos del
gobierno chileno local, muchas veces sola con el marido en las aguas frías del sur. Hay una carta
memorable que de puño y letra les responde a las autoridades, lo valiosa que era la tarea de su
esposo Luis.
"Prefiero comer cáscaras antes que nadie pueda echarle en cara a nuestros hijos que su
padre fue un traidor (...) que vendió su patria o parte de ella (...) a quienes con la máscara de
amigos pretenden despojamos de lo que nos pertenece". "No se dirá ¡no! que Luis Piedra Buena,
de quien tan poco se acuerda el gobierno argentino, por más crítica que sea su situación, haya
recibido de los chilenos ni un centavo que, perjudicando a su patria, hiriese al mismo tiempo su
dignidad de hombre pobre pero honrado (...) Somos pobres pero nunca consentiremos una
acción Indigna vendiéndonos por dinero",
Por los motivos expuestos, solicito a las Señoras y los Señores senadores acompañar con
el voto afirmativo el presente Proyecto de Ley